"A Mario le encontré en la sala «Amos y sumisas» en chatear.com. En esos momentos mi nick era Aprendiza. Él fue uno de tantos de los que inmediatamente me abordaron, abriéndome una conversación privada que se tradujo en una nueva ventana en la pantalla de mi ordenador. Ponía tildes, se expresaba perfectamente, puntuaba las frases correctamente. Esa demostración intelectual es muy común en las salas de contenido sexual de los diferentes chats que he frecuentado".